Segundo: “No te tomes nada personalmente.”
Cualquier cosa que pasa alrededor de mí, realmente no tiene nada que ver conmigo. Debo entender que si alguien me ignora o me grita no tiene que afectarme porque yo no soy el centro del universo. Cuando me pongo a pensarlo detenidamente, el hecho de tomar las acciones de los demás personalmente es egoísta de mi parte. Fíjate, por ejemplo, Fulano no me llamó o me dijo una mala palabra. Hay que reconocer que es el problema de Fulano, no el mío. No tengo que destruir mi felicidad por algo que Fulano hizo o no hizo, dijo o no dijo. Si no me defiendo contra Fulano, (o sea, no me lo tomo personalmente), él no tiene con quien pelear o gritar o ignorar y cualquier sentimiento malo que pudiera haber sentido yo ahora se desvanece y mi felicidad queda intacta. Suena fácil, ¿no? Para lograr en cumplir este acuerdo, uno tiene que estar muy vigilante. Muchas veces reacciono antes de pensar y eso es cuando me meto en problemas. Poco a poco me estoy dando cuenta. Por ejemplo, el otro día, Teo me gritó y se molestó porque yo traía los audífonos y no podía oírlo bien. Al principio me sentí lastimada, pero unos minutos después me dí cuenta que Teo estaba de mal humor por algo que había pasado con su hijo. Entonces, no me tomé personalmente su molestia y regresé a mi estado de buen humor. Cada uno vive en su propio mundo, con su propia versión de la “realidad.”
La meta para mí es no perder mi tranquilidad aunque alguien me diera una patada en la cara (metaforicamente), o se molestara porque yo le pedí algo que no quería darme. Sé que puedo escoger mi “realidad,” y no tomando las cosas personalmente estoy mucho más tranquila. Paso a paso, poco a poco voy llegando.
Second: Don’t take anything personally.
Anything that happens around me, really has nothing to do with me. I need to understand that if someone ignores me or yells at me, it doesn’t need to affect me because I’m not the center of the universe. When I really think about it, the fact of taking the actions of others personally is egoistic on my part. Look, for example, So and So didn’t call me or said a bad word to me. It’s important to recognize that it’s his problem, not mine. I don’t have to destroy my happiness because of something So and So did or didn’t do, said or didn’t say. If I don’t defend myself against So and So, (in other words, I don’t take it personally), he doesn’t have anyone to fight with, or yell at or ignore and whatever bad feeling I could have felt now disappears and my happiness remains intact. Sounds easy, doesn’t it? In order to succeed with this agreement, one has to be very vigilant. Many times I react before thinking, and that is when I get into trouble. Little by little I’m getting it. For example, the other day, Ted yelled at me because I was wearing headphones and I couldn’t hear him well. At first I was hurt, but a few minutes later I realized that he was in a bad mood because of something with his son. Therefore, I didn’t take his annoyance personally and I returned to my good mood. Each one of us lives in his/her own world with his/her own version of “reality.”
The goal for me is not to lose my peace of mind even though someone kicks me in the face (metaphorically), or gets annoyed because I asked for something they don’t want to give. I know I can choose my “reality” and not taking things personally, I am much more peaceful. Step by step, little by little I’m getting there.
Soy Lorena.
1/3/09
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