Monday, September 29, 2008

Cuando las palabras...

Cuando las palabras salen de la boca o de la pluma o de los dedos en las teclas, en realidad, ¿qué quieren decir? Como una obra de teatro escrito por Chekhov, las palabras tienen niveles y siempre hay un nivel más profundo debajo de las frases que uno expresa. Cuando hablas, piensas que estás expresando una idea del mundo de la “forma” (según Eckhart Tolle), de este mundo que vemos con nuestros ojos del cuerpo, y puede ser que sí tus palabras expresan algo en un nivel emocional, pero hay otro nivel, un nivel espiritual y las mismas palabras dicen otra cosa distinta. ¿De dónde vienen las palabras? ¿De tu mente? Tu mente forma parte de la Mente, la Esencia o la Totalidad del Universo. Con razón quieren decir más de lo que piensas.

¿Qué quiere decir el poeta…….de verdad?

Me pongo a pensar en estas palabras de un poeta que conozco:


“Soy yo, él que te busca cada día.
Soy ese al que acompañas cada noche
Aquel al que iluminas su camino
Revelas su existencia en su sombra
Provocado por tu brillo.”

“No me extrañes, estoy contigo
en tus radiantes pensamientos.”

¿No será la Luz (o Dios) que me habla con las siguientes palabras?

“Ven, sal de tu letargo, olvida tu tristeza
déjame secar tus lágrimas, déjame espantarte el frío.
Siénteme en tu piel…demuestra que me quieres
Te traeré de la obscuridad, daré brillo a tu sonrisa
Pondré al descubierto la verdad de tu vida…”

O esta poesía:

“Aquí estoy para aliviar tus dolores
Aquí estoy para sofocar tus calores, para aquietar tus inquietudes
Aquí estoy para verme reflejado en tus ojos…
Y no me iré nunca aunque tú lo quisieras nunca sucedería,
Sin ti, simplemente no soy.”

Digo que nunca estamos solos, que somos parte de Uno, todos los seres humanos. Estamos en los brazos del Universo, bien protegidos, bien amados.

“…convertidos en uno, un mismo ser compartiendo
el sublime momento.”

¿Qué queremos…de verdad?

“Quiero imaginarte cantando, leyendo, pensando, creando,
viajando por el infinito universo.”

¿Y qué importa?

“Tú, yo, el universo, la hermana luna, el hermano sol
como testigos, y la vida corriendo limpia como tu alma
ligera como soplo divino susurrándome al oído
--Ven conmigo, este es el camino.”

¿Adónde queremos ir?

“Llévame a aquel lejano día en que vi por primera vez la luz de
tu amado sol, llévame a mi Madre.”

Llévame a la Luz, al Cielo, al Amor eterno….al Origen. Cuando veo la Verdad que es mi hermano, veo a mi misma y veo a todo.

Sí, hermano, somos mucho más de lo que pensamos.

Somos Luz y somos Amor.

Soy Lorena.
9/29/08
(Hoy solamente español)

Wednesday, September 24, 2008

¡Peras, sí! / Pears, yes!


Encontré la manera de gozar las peras de nuestros árboles de pera este año. Realmente, fue por accidente. Un día estaba sentada afuera leyendo cuando de repente apareció de la nada una ardilla corriendo por el laberinto cerca de los árboles de pera. La vi empezar a subir el tronco de uno de los árboles. Entonces, le grité. Primero dejó de subir y se quedó inmovil en el tronco. Le grité otra vez.

--¡Ni lo pienses, ardillita, sácate de allí!—y pegué el brazo de la silla donde estaba sentada con la mano. Se echó a correr en seguida por el bosque y desapareció. –Eso es,--me dije y en ese momento me puse a trabajar. Metí un casete en mi grabadora pequeña y comencé a crear la cinta de “anti-ardillas.” Por cuarenta y cinco minutos grabé mi voz gritando: --VETE DE AQUI, ARDILLA, NO TE SUBAS A ESE ARBOL, NO QUEREMOS ARDILLAS AQUI, NO, NO, NO, NI LO PIENSES, VOY POR MI ESCOPETA, ARDILLA, VAS A VER—y cosas por el estilo. También pegaba a la pequeña mesa de fierro que tenemos afuera (hecho en México, a propósito) con un palo. Se pueden imaginar. “¡PAS, PAS, PAS, VETE DE AQUI, ARDILLA, PAS, PAS, PAS!”

Ay, ojalá mis vecinos no me oyeran haciendo tanto escándalo.

En una silla cerca de los árboles, puse mi tocacintas con una extensión y todos los días “allá estoy gritando” para que las ardillas no vayan a acercarse a las peras. Así podrían madurarse en las ramas.

Pasó el tiempo. ¿Y el resultado? Un plato grande lleno de peras de nuestros árboles que Teo y yo estamos comiendo a diario.

Ummmmmm…..¡qué delicia!


Pears, yes!

I found the way to enjoy the pears from our pear trees this year. It was quite by accident too. On day I was sitting outside reading when all of a sudden out of nowhere a squirrel appeared running through the labyrinth near the pear trees. I saw him start to climb up the trunk of one. I yelled. At first he stopped dead in his tracks. I yelled again. “Don’t even think about it, squirrely, get out of here!” I banged on the arm of my chair. He took off running toward the woods. That’s it, I said to myself and right then and there I started to work. I dropped a cassette tape into my small tape recorder and began to create the “anti-squirrel” tape. For the next forty-five minutes I recorded my voice shouting, “GET OUT OF HERE, SQUIRRELY, DON’T YOU GO UP THAT TREE, WE DON’T WANT SQUIRRELS HERE, NO, NO, NO, DON’T EVEN THINK ABOUT IT, I’M GONNA GET MY BB GUN, SQUIRRELY,” and things of that nature. I also banged on an iron table we have outside (made in Mexico, by the way), with a stick. You can imagine. “Bang, bang, bang! Get out of here, squirrel! Bang, bang, bang!

Oh, I hope my neighbors didn’t hear me making such a racket.

I put my tape player on a chair near the pear trees with an extension cord and every day “there I am yelling so the squirrels don’t go near the pear trees.” That way they would have time to mature on the trees.

Time passed. The result? A big plate of pears that Ted and I are eating every day.

Ummmmmmm…how yummy!


Soy Lorena.
9/24/08